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Foto: Data Rioja |
Arturo C. Ortíz Sosa
Docente - riojano – fue rector del ex Colegio Nacional de La Rioja y
corresponsal del diario La Nación - 71 años al momento de la primera
entrevista. Año 1995.
OS: En el año 44 tenía 20 años, pero a mí me interesaría volver un
poquito más, antes, porque en el 43 me voy de La Rioja a estudiar a Catamarca,
luego a otras provincias y vuelvo a La Rioja en el 56. Una cosa interesante de
recordar en esos años es que en La Rioja había solamente tres establecimientos
escolares de enseñanza secundaria y un colegio religioso privado: el Colegio
Nacional, la Escuela Normal, la Escuela de Comercio, hoy Nº1, mucho más joven,
y el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, que funcionaba como incorporado a la enseñanza
oficial a través de la Escuela Normal. Evidentemente la vida en la escuela era
absolutamente distinta a lo que es la vida en la actualidad, tanto en el
aspecto docente como en el aspecto alumnos. Para ser docente, como los
institutos del Profesorado eran muy escasos en el país (3 en el país: Buenos
aires, Paraná y Catamarca), se buscaba... bueno, profesores eran aquellas
personas de algún reconocido nivel intelectual en el medio o de una buena
condición política en el medio. Se decía, por ejemplo, que el cargo de rector
del Colegio era uno de los tres cargos con los que se apetecía los políticos
locales: ser senador nacional, gobernador o rector del Colegio Nacional. Tanto
que dos ex gobernadores fueron, antes o después, rectores del Colegio. Esto merece
una buena anécdota: Yo fui el primer rector no político del Colegio, el primer
rector con título docente y por ser docente, nada más. Año 56. Tanto que era
secretario entonces Julio Reginaldo Ochoa, que todavía vive, y me dijo que el
rectorado del Colegio estaba absolutamente desjerarquizado. “Y bueno, le
agradezco el piropo”. “No, no. No lo digo por Ud., lo que pasa es que antes,
para ser rector del Colegio, debía haber sido senador, gobernador o diputado
nacional y ahora resulta que es un profesor y nada más”. Eso era un aspecto
importante, fundamental en la vida de la ciudadanía riojana. La Rioja vivía en
razón de sus colegios y sin duda los alumnos vivían en razón de eso. Los
profesores eran los grandes capitostes de la ciudad y había que conducirse en
consecuencia. Yo recuerdo, por ejemplo , que el profesor de francés era
Monsieur Diap y M. Diap era muy amigo de
mi padre. Tan amigo de mi padre que cuando yo salía a la calle y los veía
juntos debía cruzar de vereda porque si no al otro día me llamaba a dar
lección. Es decir, la relación que había era muy distinta a la que hay ahora
entre padres, profesores y alumnos. Nosotros realmente les temíamos a los
profesores y había una disciplina en los colegios absolutamente verticalista.
Los rectores tenían real autoridad sobre los alumnos y sobre sus colegas.
Además, muchos rectorados, como el de don Francisco Baigorrí, eran
eminentemente políticos. Cuando un diario que editaba don Pancho Baigorrí,
hombre que siempre militó en la oposición, se prohibió, creo que era La Tribuna
o una cosa así, se prohibió por una ley de prensa de entonces, pero como él lo
editaba en una casa que había en la esquina que ahora es San Nicolás de Bari e
Irigoyen, que es donde está el Colegio nuevo, ahí había una casa y una imprenta,
la sacaba por la casa del rector y después la repartía entre los alumnos. Otra
cosa interesante de esa época es que como existían el colegio y la escuela, las
chicas iban a la Escuela Normal y los chicos al Colegio. Las excepciones eran
las chicas al colegio y también, más o menos la excepción, que fueran varones a
la Normal. En consecuencia, había una cosa interesante: el Colegio salía... las
clases eran todas de mañana, el Colegio salía a la misma hora que la Normal
pero los alumnos del Colegio se las ingeniaban para estar todos parados en la
esquina del Banco Nación esperando a las chicas, con gran molestia de los
alumnos varones de la Normal, por cuanto nosotros teníamos que ir de
guardapolvo y los alumnos del colegio iban de traje y entonces los alumnos del
Colegio tenían sus novias en la Escuela y ellas no nos daban corte a los
compañeros (risas).
P: ¿Qué posibilidades de diversión había en esa época, qué lugares
había para los estudiantes secundarios?
OS: Había como posibilidades de diversión de los adolescentes ¿no es
cierto? había algunas muy escasas y propias, por ejemplo eran comunes los
asaltos en las casas de familia. Es decir que las chicas y los muchachos iban a
una casa determinada a las 7, 8 de la tarde y hasta las 12 de la noche, que ya era
muy tarde, y llevaban algo. Yo me acuerdo haber ido cuando estaba en tercer
año. En aquel entonces para ingresar a primero había que tener 14 años. Bueno,
cada uno llevaba un disco o una cosa para comer, por lo general nunca bebidas
alcohólicas, y se hacían los bailes. O los bailes estudiantiles que se hacían
por lo general en la confitería La Ópera o en el hotel El Águila, que estaba en
donde ahora es el cine Sussex y en donde se han filmado unas escenas... en
donde Manuel Galvez, cuya Maestra Normal están proyectando ahora, desarrollan
algunas de sus escenas, porque él vivía ahí, en el Hotel Águila. Bueno, esos
eran los bailes estudiantiles que se hacían para el 21 de setiembre o cosas por
el estilo. Posteriormente se hacían también los bailes de la Ítalo, la Sociedad
Italo-Argentina, que era donde actualmente está la Sociedad Italiana, frente al
ACA, que eran los bailes más famosos y era donde se hacían bailes con orquesta.
Una de las orquestas más famosas era la orquesta El Pibe, que tenía como característica
que tocaba muy bien pero no sabían
terminar. Entonces, cuando iba concluyendo el tango que tocaba comenzaba de
nuevo porque no sabía cortar y eran eternos los tangos. Hasta que el director,
que era Minguito Frega, tío de Coco Nota, daba una patada así en el piso y ahí
terminaba la música. En aquel entonces también era muy notable la diferencia de
estamentos sociales en La Rioja. Por un lado existía el Club Social, cuya
entrada era bastante restringida, y por otro lado la Italo. No todos podían ir
al Club Social y los que iban al Club Social eran... era el club por
antonomasia y se los miraba de cierta manera y los que no podían ir al Club
iban a la Ítalo. Y yo me acuerdo de una anécdota muy desagradable que marcaba
claramente la diferencia que había en ese entonces: cuando era habitual que el
baile de recepción de los alumnos se hiciera... los alumnos de traje, los
varones de traje oscuro, pero de traje y las chicas de vestido largo, me
acuerdo que cuando yo me recibí las chicas de la sociedad se presentaron en el
baile de la Ítalo de solero, que era lo que estaba de moda, y zapatos
deportivos, que eran esos zapatos de plataforma alta de corcho y las demás
chicas, las que no eran de la sociedad, todas de vestido largo blanco y absolutamente ofendidas. Yo me acuerdo
que una compañera mía, que era muy amiga mía, que era la Cheta Romanazzi, que
después fue profesora del Colegio y después murió, lloraba de rabia porque se
sentían en situación, claro, ridícula y disminuidas, pese a que las otras eran
muy poquitas. Lamento decirte avergonzado que yo formaba parte del primer grupo
(se ríe, del Club Social, me aclaró luego). Ahora, la gente de clase más baja,
diré, más humilde, tenía otro tipo de diversiones. Había una pista, como se
llamaba entonces, una pista bailable acá, en el parque Sarmiento, sobre la
calle Avellaneda con entrada por la esquina de Avellaneda y San Nicolás de
Bari, en donde es la mueblería Novitá, era una confitería y desde allí se
traían los servicios de confitería, los mozos...
P: ¿Y qué se bailaba ahí?
OS: Y... se bailaban tangos, foxtrot, corridos, esa música como Barrilito
de Cerveza y muchas de las cosas que todavía hoy se bailan ¿no? Allí iba la
gente o los muchachos, no chicas, transgresores. El parque estaba rodeado por
una alambrada y para que no se viera desde la calle se ponía arpillera a la
vuelta, para que no viera... entonces la gente se subía a los sobresalientes de
las casas y demás a mirar por sobre la alambrada el baile. Y ahí ocurrió una
anécdota muy linda... los que, no sé si lo conoces ahora a Pedro Flores, el
Indio Panta actual, había un concurso de tango y se presentó y cantaba Grisel,
y cantaba Grisel con ademanes, y cuando decía “el Cristo aquel” ponía las manos
como si estuviera contemplando un Cristo. Y terminada la pieza la familia
Miranda, como le decían a los que estaban en la calle, lo aplaudían a rabiar y
entonces éste hacía un bis. Cuando terminaba lo volvían a aplaudir a rabiar y
hacía otro bis hasta que se dio cuenta que le estaban tomando el pelo, entonces
uno de los anónimos integrantes de la familia Miranda le gritó desde la calle
“no te calentés Pedro Flores y cantá Grisel”. Por mucho tiempo se convirtió eso
en una frase hecha en La Rioja y cuando alguien se molestaba o cosa por el estilo por alguna cosa, la
gente le decía “no te calentés Pedro Flores y cantá Grisel”. Y por último, en
el último escalón de la sociedad de entonces, existía una pista de baile en la
calle que ahí se llama Guemes, de Novitá un poquito más allá, donde está esa
oficina de crédito de Karam, de la San Nicolás de Bari media cuadra hacia el
sud por la calle Güemes. Se llamaba el Árbol Verde...
P: Eso ¿todo en la misma época?
OS: En la misma época. El Árbol Verde era un lugar donde concurrían
las muchachas a bailar, el servicio doméstico, y algunos jóvenes transgresores
también ¿no? Se decía, no sé porque yo no lo conocí, se decía que a un costado
de la pista, los bailes eran todos con discos evidentemente, que a un costado
de la pista ponían catres para que las muchachas acostaran sus bebés, porque
todas tenían hijos, y les daban un número y que cuando lloraba algún chico el
animador, por el micrófono, les decía “a la Srta que tiene el número 5 le llora
el bebé” (se ríe) y entonces la Srta. del N° 5 se iba a atender su bebé. Estos
eran los niveles de diversión en La
Rioja.
P: ¿Cuánta gente vivía más o menos en La Rioja por aquellos años?
OS: Y en aquella época... por mucho tiempo La Rioja no tuvo más que
25.000 habitantes
P: Entonces ¿cuándo se da el cambio que vivimos ahora?
OS: Y se da el cambio a partir... y casi te diré que a partir del
peronismo empieza a darse paulatinamente.
P: ¿De qué peronismo?
OS: Del peronismo del 46, porque empiezan a crearse fuentes de trabajo
en la capital y empieza a emigrar la gente del interior hacia la ciudad.
P: ¿Había mucha más gente en el interior antes?
OS: Antes había mucha más gente en el interior y la gente empieza a
venirse con la promesa de la casa que le daban en los barrios. Hasta ese
entonces se había hecho un solo barrio. Se hizo durante el gobierno del Dr. De
la Fuente, concordancista, que gobernó La Rioja entre el 38 y el 42... no, el
42, sí, el 42, hasta febrero del 42, que hace un barrio que era el actual
barrio San Román, que si has observado tiene unas muy hermosas casas hechas de
muy buen material, de tejas, aunque por entonces a ese barrio se le llamaba ‘el
barrio de las casas baratas’ (por Santa Fe y Roque A. Luna). Era el barrio de
las casas baratas y la gente se sentía avergonzada de ir a vivir en el barrio
de las casas baratas. Instalado el peronismo se hace otro barrio, que es el
barrio 4 de junio, y eran barrios siempre destinados a gente de muy humilde
condición, pero todo eso hace que la gente comience a venirse del interior para
radicarse en la ciudad porque en primer lugar se empieza a ofrecer vivienda...
P: ¿Cuál fue el lugar que más ofreció trabajo?
OS: Como siempre, la casa de gobierno. Había una sola fábrica que era
digna de llamarse así, que era la fábrica de cerámica. Fábrica de cerámica cuyo
bioquímico era Torralba. Era..., mejor dicho, él es químico industrial y él vino con un Sr.
Orfila que armó la fábrica. Esa era la única fábrica-fábrica. Después había
fabriquitas, como por ejemplo Torcivia, en la calle Santa Fe, tenía una
“fábrica” de hielo. Trabajaba la familia ¿no?. Eran pequeñas cosas, una
curtiembre de los Karam que había acá frente a la estación, donde está ahora la
pizzería de la... Pizza Piazza (le soplan). Bueno, ahí era una curtiembre. Pero siempre la fuente de trabajo por
antonomasia en La Rioja fue la casa de gobierno. Y el empleo público, como
único recurso, fue la única fuente de trabajo serio y cierto que había en la
provincia...
P: Y el parque industrial ¿desde cuándo empezó?
OS: El tema del parque industrial comienza con el gobierno de Iribarren.
Él diseña el parque industrial...
P: ¿No comienza con el acta de reparación histórica?
OS: No, lamentablemente. El gobierno de Iribarren comienza el parque
industrial. El gobierno de Iribarren destina esa zona donde está ahora el
parque para eso y no tiene tiempo para concretarlo y lo concreta realmente
Llerena y la ley 22021 y después Menem.
Pero el parque industrial comienza con Iribarren.
P: ¿E Iribarren cuándo gobernó?
OS: Iribarren fue el gobernador
designado por Onganía, años 68 al 71, más o menos, porque Iribarren
muere en enero del 71, pocos días antes de cumplir los cuatro años de gobierno.
Entonces digo... no, en aquel entonces el trabajo privado era aquel que podían
dar las empresitas locales y nada más.
P: ¿Y el comercio cómo era, dónde estaba?
OS: Y, el comercio estaba en el centro…
P: ¿Y cuánto era el centro?
OS: Y... el centro era la plaza (25 de mayo) y... con muy buena
intención dos cuadras alrededor de la plaza, si no una. Yo me acuerdo nosotros
vivíamos en Joaquín V. González al 300, es decir, a dos cuadras y media de la
plaza y ya nuestra casa no era centro porque había un foquito en la esquina de
la calle Alberdi y 25 de mayo y otro foquito en la esquina de la calle Alberdi
y 8 de diciembre ¿no?
P: ¿O sea que el crecimiento poblacional empieza a partir del 45, 46?
OS: Claro, y poco a poco se va dando. En realidad el crecimiento
poblacional y edilicio más fuerte se da en estos últimos años.
P: ¿Y cuándo empieza a venir gente de afuera de la provincia a La
Rioja?
OS: El aluvión más grande comienza con el parque industrial: se llena
de sanjuaninos. El aluvión más grande. De a poco la gente, desde el gobierno de
Perón, comenzó a venirse del interior, pero la gente de fuera viene durante los
gobiernos de Menem, donde se dice que era la gran solución para todo el mundo y
que habría trabajo para todos y demás...
P: ¿A partir del 73 o del 83 se
da más?
OS: Mirá, un buen indicador sería la inscripción en los Colegios.
Cuando yo me hice cargo del Colegio en el año 56 había dos direcciones por
curso en el turno mañana y estaba iniciándose el turno noche, el turno tarde, y
había 350 alumnos en total. Cuando yo me retiro en el 90 había 2.000 alumnos y
el triple de divisiones y más colegios. Y el turno noche surge sólo por el año
80 y pico. Es decir que se va dando el aumento de población en forma sostenida
y paulatina. Todos los años de alguna manera había que crear una división en
primer año porque la inscripción nos superaba. Yo no creo que haya habido una
explosión habitacional pero sí que por diversas circunstancias, a las que no es
ajena la política, había un crecimiento
sostenido de población en la capital, fundamentalmente a costa del interior. Yo
visité para el año... para las elecciones del año 57 ¿puede ser?... el
interior, recuerdo que lo que más me impresionó fue el despoblamiento de Villa
Castelli… ver la cantidad enorme de casas de Villa Castelli cerradas y
abandonadas porque la gente se había ido de ese pueblo. Entonces el crecimiento
de la Rioja se da en base a eso, que es lo que luego exige la creación de
barrios y la ubicación de la gente en los muchos barrios que se han hecho. Yo
no podría decirte si es del 73 o del 83. Sí creo que la gran explosión se da
con los gobiernos de Menem, sobre todo con el segundo. Durante el primer
gobierno era el año 73, con una situación en el país muy distinta a la
posterior. Después vino el Proceso, pero después del 83 o cuando él sale
candidato a presidente, la gente viene a
montones, inclusive sin trabajo. Nos acordemos que hay gente que viene y vive
en la terminal, o se instala en la plaza y empiezan a pedir casa y trabajo.
P: ¿Desde cuándo hay barrios muy pobres en La Rioja, eso que se ve
ahora, como tolderías...?
OS: Yo de muchacho no recuerdo villas miseria, sí recuerdo ranchos. El
rancho tenía como característica ser hecho por sus propios dueños, con techos
de barro y ramas y defendidos por lonas...
P: ¿Y eso en qué zona había, por ejemplo?
OS: En todos los alrededores de la ciudad. En el tiro federal, en
Cochangasta... Mirá, para ubicar en el Tiro Federal, había una anécdota: la
capilla del barrio Tiro Federal, de la que ahora es vicario Praolini, era de un
personaje riojano muy singular, José María. José María era un hombre de esos
personajes populares que con mucha picardía criolla y mucha tontera también, él
tenía una virgen, una imagen de la virgen del valle que es la que está ahora en
la capilla, y él salía por la calle con esa imagen y obtenía limosnas y por
donde él vivía pasaba una acequia y le corría, le hacía apuestas: “el que salte
la acequia se queda con la plata de la limosna”. Entonces a la una, a las dos y
a las tres. Él saltaba, evidentemente la imagen de la virgen no y se quedaba
con la limosna... Una vez fue a pedirle al gobernador que le diera dinero para
agrandar la capilla porque estaba hecha “de material” le dijo y el material, cuando fue el gobernador y vio,
dijo “pero esto es una lona”. “Sí Sr., es de material cosido con hilo de
algodón”. Cierta o mentira la anécdota, la verdad es que de alguna manera está
revelando que las paredes de los ranchos estaban hechas con lonas cosidas entre
ellas, porque antes el azúcar, la yerba, venía en lonas de arpillera, las
papas... entonces eso lo conseguían y... Ranchos había muchos con una
característica: eran pisos de tierra, con un alero a manera de galería, muy
barrios con escobas de pichana y muchas plantas con flores en tarros en lugar
de macetas. Pero villas miseria, bolsones, no, no existían. Ni siquiera en lo que entonces eran bordos de
San Vicente, que ahora ya han dejado de serlo. En los bordos tenían las casas.
P: La radio llega temprano acá, pero la tele llega tarde, alrededor
del 71, y es como si explotara ¿no?
OS: La televisión llega como canal, no sé si decirle canal cerrado,
pero era una TV por cable que instala Peiretti en la galería Rivadavia. Había
que abonarse y pasaba a determinadas horas de la tarde sobre todo películas, algunas actuaciones en
vivo de conjuntos musicales locales y algunos intentos de reuniones de prensa,
conversaciones de intelectuales sobre diversos temas y demás, pero llegaba
alrededor. Lo que yo me acuerdo es que era tan novedosa la TV entonces que en
la plaza se instaló un TV, una confitería instaló un TV en la plaza y la gente
iba y se sentaba a las mesas a ver TV.
P: ¿O sea que nació al uso como una alternativa de diversión?
OS: Ahora, porque la gente que tenía televisión en la casa era muy
poca. Yo recuerdo que mi suegro puso la televisión en casa y nosotros teníamos
la visita de todos los niños del barrio a ver la televisión en casa. Me acuerdo
que daban una serie que se llamaba El Santo, que todavía la dan en la TV, y El
Santo era lo que más gente atraía en la plaza y demás y evidentemente los
partidos de fútbol, que los pasaban bastante en diferido porque indudablemente
tenían que filmarse y pasarlos después, pero así fue el comienzo de la TV acá...
P: Volvamos. No había TV, había cine...
OS: Había cine. El cine Monumental era allí en la calle Joaquín V.
González. Había matinée para los niños, funciones vespertinas y a la noche.
P: ¿Y qué gente iba?
OS: El matinée era para los niños realmente, pasaban películas de cow
boy, dibujos animados, y hacían sorteos de golosinas para los chicos, cuya
entrada tenía un número; y al cine de la tarde iba gente más joven y
noviecitos; y a la noche ya iba gente adulta, gente que luego salía y se
quedaba en la confitería La Ópera, que era
ahí a la vuelta. Existía así en forma alternada otro cine, que era en lo
que es actualmente el Círculo de Obreros, en la sala del Círculo de Obreros, en
Pelagio B. Luna, que era la única sala con escenario para teatro. Allí estrenó
sus obras el Centro Riojano de Cultura Escénica, las obras de Víctor Cáceres
bajo la dirección de Jorge Castellanos, que tenía plateas y palcos. Después,
cuando se hizo cine por imperio de las circunstancias económicas, se llamó cine
Real, se llamó de distintas maneras y hasta La Piojera, en contraposición al
cine Monumental que era el de más prestigio. En el cine Monumental, que era
cine - teatro Monumental, también se hacían obras de teatro. Allí venían algunas
compañías de Buenos Aires y se hacía por entonces, ya desde la década del 30,
teatro estudiantil. Un teatro estudiantil donde era figura prominente, por
ejemplo, Alfredo Parada Larrosa. En teatro, yo recuerdo, eran obras
humorísticas, satíricas y de gran crítica social. Cuando se comenzó la
pavimentación de La Rioja en los años del gobierno de Fernández Valdez, del
general Fernández Valdez, allá por el 35, 36, me acuerdo que los alumnos del
Colegio hicieron una obra de teatro, presentaron una obra que se llamaba ‘Las
minas de Caminiaga’, no me acuerdo el autor (Alberto Vacarezza), y en el entreacto había un monólogo a cargo de
un alumno del Colegio que en aquel entonces era Milton De la Fuente, luego
integrante del Centro Riojano de Cultura Escénica que dirige Jorge Castellanos,
y en ese monólogo decía que en La Rioja se había prometido trabajo para que la
gente comiera pero que él había intentado comer un pedazo del asfalto que
estaban poniendo y que no le había gustado nada porque además de duro era amargo
y negro. Después se hacía, en esas obras de teatro, se hacía referencia a
personajes conocidos aquí en La Rioja, por ejemplo había un sólo señor, un
alemán, que arreglaba máquinas de escribir y como nadie le sabía el nombre
porque era muy difícil, era don Pío Suojinis, todo el mundo le decía “el
alemán de las máquinas” y en una obra de
teatro Alfredo Parada Larrosa hacía del alemán y como siempre decía “ah, Ud. es
alemán”; ”sí” ”¿por qué no dice algo en alemán?” y como eran mentiras, porque
no era nada alemán ¿no? decía “bueno, sí, sí, como no, por ejemplo áleman de
las máquinas” ¿Y alguna otra cosa? “chico cámera”, Kammerath era un hermano del
Dr. Gérman Kammerath y ese era el alemán que él sabía. Y eso te divertía
muchísimo porque los alumnos del Colegio hacían largos boletines, le llamaban
entonces, con propaganda de las
funciones de teatro y ahí hablaban de todo un poco y mezclaban con propaganda
comercial, y eran unos boletines
como de un metro de largo (se sonríe) y hacían propaganda. Pero aquí en La
Rioja había La Perrera. La perrera era una jaula en donde la Municipalidad
salía a recorrer la ciudad y a meter perros vagabundos enlazados que metía en
la jaula por arriba. Una jaula muy parecida a la que sale en las figuras en la
que llevaban a Don Quijote. Y pedían prestada la perrera en la Municipalidad y
salían en la perrera, que era tirada por mulas, haciendo propaganda de las
obras de teatro...
P: ¿Y eso en qué época era?
OS: Y ... década del 30 y quizás un poquito más
P: ¿Pero qué gente iba al teatro acá?
OS: Acá había una gran vocación por el teatro. Cuando había teatro,
cuando venían compañías de teatro, venían zarzuelas o venían cantores líricos,
iba toda la gente, era la gran novedad...
P: ¿Pero era un espectáculo popular o ...?
OS: Era en el Monumental. Al comienzo, en los primeros… lo que pasa es
que yo era muy chico, existía el cine de Don López, que fue el iniciador del
cine en la Rioja. Él traía compañías líricas y era en la calle Mitre, donde
ahora está esa pañalera ¿viste? al lado del Ministerio de Hacienda. Bueno, ahí
tenía una sala y eran dos palos y una sábana estirada y ahí proyectaban
películas y también se hacían este... sobre un tablado, representaciones. Y
tenía gran aceptación por parte de todos, era, casi te diré, una gran fiesta...
P: ¿Era elitista el teatro acá?
OS: El teatro de ese tipo no. Era popular. El que tenía con qué
pagarlo, iba.
P: pero no era caro...
OS: No era caro, lo que pasa es que la gente tenía muy poca plata
porque los sueldos eran realmente miserables. Te doy un ejemplo concreto: mi
padre era contador de Obras Sanitarias y ganaba 90 pesos y mi madre era maestra
de música en la Normal y ganaba 130, te imaginás... un kilo de azúcar costaba
40 centavos, un kilo de carne 40 centavos, un traje a medida como me hicieron a
mí el primer traje para que yo alargara el pantalón, como se decía entonces, 60
pesos en cuotas, pero proporcionalmente era mucho, entonces no era tan fácil
que la gente fuera al teatro o al cine...
P: Volvamos al tema de la movilidad de la población. Decíamos que como
no había lugares para estudiar a nivel superior, había mucha gente hasta los l8
o l9 años, pero se iban ¿y después volvían o se quedaban en otro lado?
OS: Mirá, hay dos cosas importantes. Por un lado la gente opinaba de
la siguiente manera: hay que elegir entre el colegio, que es de 1º a 5º para
ser bachiller, o la Normal que es 1º a 4º para ser maestro. Los padres, entre
ellos mis padres, opinaban que había que ser maestro primero porque era un
título que les permitía en cualquier circunstancia ganarse la vida y los que
iban al Colegio sabían que de alguna manera tenían que mirar a Córdoba o a
cualquier parte que tuviera Universidad para seguir. En consecuencia la Normal
era una gran productora de maestros que cubrieron luego la provincia dando
clases porque no había ningún problema para que la gente se fuera a dar clases
a cualquier lugar apartado de la provincia. Muchos compañeros míos que todavía
viven han hecho toda su carrera de maestros y directores en lugares muy
apartados de la provincia, pese a que en Chilecito y Olta había Normal. Pero
eran los únicos. Después nació Chepes, Aimogasta y demás pero las únicas Normales
que había eran Chilecito, Olta y La Rioja. Y la otra gente que hacía el
bachillerato sabía que era para ir a estudiar afuera. En consecuencia muchísima
gente que se fue a estudiar a las Universidades nacionales, en particular
Córdoba, se quedaron en Córdoba por trabajo, por casamiento, porque les gustaba
y La Rioja y Catamarca cubrieron el país con sus maestros, por eso se
encuentran maestros riojanos y catamarqueños en todo el país, sobre todo en la
Patagonia. Es enorme la cantidad de maestros que hay en la Patagonia egresados
de la Normal de acá. Esas eran las expectativas. El que ingresaba al Colegio
era porque con el tiempo, bien o mal, iba a ser doctor; el que ingresaba a la
Normal era porque, bien o mal, iba a ser maestro. Yo soy profesor porque soy
maestro primero, porque era la culminación natural de la carrera de magisterio.
P: ¿Y qué pasaba en el interior? ¿Estaba más desarrollado, la gente
trabajaba más en el campo?
OS: En el interior había mucha pobreza pero había gente radicada en
forma más o menos permanente y los problemas que aún subsisten han sido siempre
los mismos. Chilecito, que ahora está de capa caída, era en la creencia y el
sentir de la gente la zona más desarrollada de la provincia. Tanto que los
chileciteños decían que la capital debía ser Chilecito porque Chilecito era la
zona que le daba de comer a la Rioja. Y de alguna manera era cierto. Los principales
cultivos y las principales industrias, la vitivinícola actual, eran de
Chilecito. El oeste era zona de producción. Antes de ser zona vitícola básica
como es ahora, producían mucha alfalfa y demás. La costa siempre tuvo los
problemas con sus minifundios y la producción de vino. Y los llanos ganaderos. ¿Qué
pasaba en los Llanos, por ejemplo? En los llanos había unos cuantos ganaderos
ricos y muchos, muchísimos ganaderos pobres, gente que tenía una vaquita y
vivían para sobrevivir. Me acuerdo que cuando era gobernador Iribarren, fines
de la década del 60, se creó el Instituto del Minifundio y las Tierras
Indivisas (IMTI), para sanear los títulos, a ver si se terminaba con el viejo
problema riojano que eran las mercedes indivisas. La primera experiencia al
respecto fue la de Tudcum y , cerca de la ciudad, entre La Rioja y Patquía. Una
de las críticas más acervas que se le hizo al plan era que la gente que estaba
arraigada en su tierra no se quería ir porque allí habían nacido, allí habían
criados sus hijos, sus cabras, su arbolito y habían tenido sombra para el mate,
es decir, allí habían llevado siempre
una vida de miseria pero en tierra propia. ¿Qué les ofrecía el plan oficial?
Desarraigarlos y llevarlos a trabajar a la zona donde iban a hacer las colonias
agrícolas en Chilecito, que era la zona Antinaco-Los Colorados. La discusión
estaba centrada en esto: el gobierno decía que sacaba la gente pero le daba
trabajo; la gente decía que aunque no tuviera trabajo tenía su rancho, su
corralito, su cabra y sus tunas en el lugar donde estaban viviendo.
P: Pero ¿no había mayores expectativas por las cuales los jóvenes no se
fueran...? O sea la idea era que si uno vivía ahí y estaba seguro...
OS: No, no, se iban de la provincia. Había gran éxodo de la provincia,
pero la gente del interior que no tenía
estudios se iban de peones o a buscar trabajo a Buenos Aires, lo mismo que pasa
ahora, y la gente de las ciudades, tanto de La Rioja como de Chilecito o los
que tenían medios económicos, se iban a estudiar a Córdoba. El mismo fenómeno,
se quedaban en la capital. De alguna manera pasaba lo mismo que en todas
partes. La provincia, el interior de la provincia, proveía servicio doméstico a
la capital, a La Rioja, y el interior de la provincia también proveía peones a
Buenos Aires. El éxodo de gente a trabajar de peones era grande. Un testimonio
interesante de ese fenómeno es la obra de teatro de Víctor Cáceres ‘De vuelta
al Nido’. Una familia que emigra a Buenos Aires, no logra arraigarse y se tiene
que volver a La Rioja sumamente avergonzada...
P: La iglesia tenía en La Rioja una presencia importante en la vida
cotidiana. ¿Eso era común antes de Angelelli?
OS: Mirá, hasta el año 36, creo, que se crea el obispado de La Rioja, La
Rioja era una vicaría de la diócesis de Córdoba. El clero se dedicaba a sus
tareas específicas, diré, a sus tareas de culto y no había una influencia
cierta de la iglesia sobre la gente. Se reducía a lo cultural y de alguna
manera estaba, como fue durante tanto tiempo y
quizás por una tradición de la iglesia española, era una iglesia
vinculada al poder. Cuando se crea la diócesis de La Rioja y se hace cargo
monseñor Ferreyra Reynafé, muy criticado por dos cosas: la primera por ser
descendiente de los Reynafé que mataron a Juan Facundo Quiroga, y la segunda
por ser un hombre de alto linaje cordobés. Bien, cuando se hace cargo Ferreyra
Reynafé las cosas cambian un poco. Cambian un poco porque Ferreyra Reynafé en
primer lugar produce cartas pastorales muy importantes y no se ha dedicado
mucho, no se ha estudiado mucho la obra
de Ferreyra Reynafé, pero si alguien se dedicara a estudiar sus cartas
pastorales vería cómo es un antecesor, salvado tiempo y distancia ¿no es
cierto? es un antecesor válido de monseñor Angelelli. Por ejemplo Ferreyra
Reynafé se dedica a difundir masivamente los contenidos de las encíclicas
papales Rerum Novarum y Centesimun Anno, que son los pilares de la doctrina
social de la iglesia, y eso se veía con mala cara porque de alguna manera al
socialismo local le había sacado sus banderas. Ferreyra Reyunafé crea
parroquias, se dedica a buscar sacerdotes para el interior y a visitar
asiduamente todas las parroquias de la provincia. Desde entonces la iglesia
empieza a tener otro tipo de presencia en La Rioja. Y como él fue uno de los
creadores, junto con monseñor Antonio Caggiano, de Rosario, de la Acción
Católica Argentina, crea la Acción Católica en La Rioja, y con la Acción Católica
tiene una fuerza de penetración en la sociedad bastante importante. Por cierto
que juzgado con mente actual y a través de los problemas actuales y de la
visión de la vida de hoy, eso pareciera una tontera ¿no? Pero ubicado en su
época era realmente un visionario y sin
llegar a ser lo que era Angelelli, era de alguna manera un precursor válido de
Angelelli. Después de la muerte de Ferreyra Reynafé vienen algunos otros
obispos: como Gomez Dávila, que fue una transición un poco desteñida entre este
obispo Ferreyra Reynafé y monseñor Angelelli. Son los polos.
P: En general vemos que los curas son muy escuchados por la gente, la
gente común, la gente de pueblo ¿eso no ha variado?
OS: No, lo que pasa es que en La Rioja todavía, todavía hoy, se
respeta al cura como al médico o al maestro. De alguna manera eran los
referentes válidos que tenía la sociedad. Había que llegar a ellos para tener
de alguna manera una orientación y los curas en aquel entonces eran ciertamente
respetados. Y había una cosa interesante que no te dije: la catedral tenía un
cine.
P: ¿En qué época, más o menos?
OS: Y... yo me fui en el 42 de La Rioja y antes de eso... sería fines
de la década del 30 más o menos, cine al que tenían ingreso los chicos que
asistían al catecismo. Vos asistías al catecismo y tenías una libreta. En la
libreta se ponía un sello de asistencia y con eso era la entrada. Y daban
series. Pero lo del sello era bastante relativo porque andaban los con sello y
los sin sello. Y se daban episodios los domingos a la tarde, cuando oscurecía,
evidentemente se daba en el patio de la catedral y en una sábana blanca contra
una pared, en donde está todo ahora edificado, por el obispado, eso era un
enorme patio de ladrillo. Y eso era un cine al que nos peléabamos por ir porque
era a la tarde, los domingos y gratis...
P: ¿Pero daban películas comunes o algunas especiales...?
OS: No, no, no, eran películas comunes, episodios que veías en los
cines, ‘La mano de hierro’, una serie hermosísima ¿no?
P: ¿Y estaba el cura ahí presente?
OS: Y estaban todos los curas. Monseñor Ferreyra también. Y todos
sentados ahí. Era una gran diversión, como un atractivo para los niños y para
los jóvenes. El cine de la catedral duró muchísimo tiempo. Ya te digo, era
gratis, y en La Rioja en la década del 30, un época de real miseria porque no
había trabajo de ningún tipo y estaba todo tan politizado que quien no estaba a
favor de los gobernantes de turno se moría de hambre. Por ejemplo a papá, por
radical, después de la revolución del 30 lo exoneraron. Era entonces la muerte
civil, era más que una cesantía. Él logró su reincorporación cuando se hizo cargo el presidente Ortíz recién, es
decir que se la pasó 6, 8 años de real miseria, de real falta de dinero.
P: ¿Cómo se veía desde La Rioja a Buenos Aires? Porque ahora pareciera
que se la ve más cerca por la tele ¿no?
OS: Bueno, la gente tenía gran ansiedad por ir a Buenos Aires, como
ahora, como ahora, porque creían que allá iban a conseguir trabajo y el que se
iba venía contando maravillas, como ahora. Se iban a vivir a lo mejor a villas
miserias, cerca de Buenos Aires y no en Buenos Aires, y venían contando maravillas
y muy aporteñados... en consecuencia toda la gente inocente de aquí tenía
muchas ganas de irse a Buenos Aires. Y es así como muchísima gente,
muchísima... lo que paró un poco, fijate, lo que paró un poco ese éxodo de la
gente humilde fue la acción de la Fundación Eva Perón. La acción de la
Fundación Eva Perón explica muchas cosas de La Rioja. Por ejemplo, en la
quebrada, al lado de casa, vivía una familia Caliva. En el terreno donde vivían
habían hecho una casita humilde en una lonja que les regaló mi suegro. Bueno, a
esa gente la Fundación les mandó una máquina de coser y una serie de cosas para
la casa, y tenían una criatura paralítica que se arrastraba por el suelo porque
ni pensar en silla de ruedas ni rehabilitación de ningún tipo. La Fundación la
llevó a Buenos Aires, la tuvieron unos años y vino en silla de ruedas, leyendo,
escribiendo, manejándose sola, sabiendo coser, es decir, totalmente integrada,
y eso , eso en una población que no tenía nada, era absolutamente importante y
valioso y explica muchas cosas... Explica por ejemplo por qué la gente era tan
peronista, y es, porque han recibido beneficios ciertos en un momento...
porque, claro, hoy la gente es pobre y a lo mejor nada más que pobre. Pero
entonces era pobre y sin ninguna posibilidad de nada. El ingreso al secundario
costaba quince pesos ¡quince pesos! para sueldos que no llegaban a 100 pesos,
para sueldos de alrededor de 50, 60 pesos.
Y había examen de ingreso. Y había que prepararse para el examen de ingreso. Y
los maestros que preparaban cobraban más o menos 25 pesos. Es decir que 25
pesos del maestro que te preparaba más 15 pesos, eran cuarenta pesos, era casi
el sueldo íntegro de una familia para que el chico ingresara al secundario.
Aquel que se quedaba a rendir tenía que pagar 1,50 por cada examen que daba. ¡Por
cada examen 1,50!. Cuando yo debí ingresar a la Escuela Normal, mi papá estaba
sin trabajo... año 39. Papá, y eso siempre me acuerdo y no me quiero olvidar,
papá vendió como oro su anillo de compromiso para tener pa’pagar los 25 pesos
del maestro que me preparó más los 15 de la matrícula. A ese grado era la
miseria. Pero era... en aquel entonces era una miseria honorable, porque la
gente no estaba infectada por el consumismo como está infectada ahora. La gente
vivía. Compraba carne y la ponía en una fiambrera bajo la viña, porque no había
heladera...
P: ¿No avergonzaba ser pobre?
OS: ... no avergonzaba ser pobre. Como no había hielo, entonces
envolvían las botellas en lona, se las mojaba y se las ponía al viento para que
el agua estuviera fresca, o se goteaba el agua y se sacaba para tomar. Tanto
que los primeros síntomas de consumismo en La Rioja fue cuando empiezan a
ofrecer las heladeras a kerosene, fines de la década del 30. Y cuando empiezan
a ofrecer las heladeras a kerosene los pocos que podían adquirirla las ponían
en las habitaciones que daban a la calle y abrían las ventanas de manera que la
gente viera que tenía heladera. Y me acuerdo que había muy pocos autos y un
auto cero km. costaba 5.000 pesos y el gobernador De la Fuente compró para el
gobierno un auto que era color borra de vino, y era toda una novedad, y uno de
los diarios de entonces lo bautizó con el nombre “la sangre del pueblo” por el
color. Porque era evidentemente una ironía pero le había costado al pueblo el
auto ese, por eso “la sangre del pueblo”.
P: ¿Siempre hubo alta dependencia de los fondos nacionales?
OS: Y... casi total, casi total. Nunca La Rioja llegó a cubrir sus...
lo que pasa es que nunca como ahora ha habido tantos empleados. Yo me acuerdo
que en el gobierno de Iribarren, año 68 al 71, tenía 10.000 empleados la
administración pública y él congeló las vacantes y las congeló en serio. Como
no tenía compromisos políticos y él era el que mandaba, no era ningún
gobernador elegido por nadie y mandaba él, con la especial manera de ser que
tenía... Para saber cómo era él es cuestión de repasar la colección de El
Champi. Dejó el gobierno no me acuerdo si con 7.500 u 8.000 puestos públicos. A
la cantidad de puestos públicos que hay ahora, siempre es desproporcionado por
más que haya crecido la población. Porque al fin y a la postre han
transcurrido... 30 años o menos, al 80, al 90 son 25 años.
P: ¿Se acuerda con cuántos empleados recibe el Estado Menem en el 73?
OS: No me acuerdo...
P: ¿Pero aumentaron mucho entre que Iribarren murió y Menem asumió, en
esos dos años?
OS: Yo creo que, claro, Iribarren concluye su mandato en el 71 porque
se muere y Menem se hace cargo en el 73... A partir de allí los empleados
comienzan a... la administración pública crece en forma desmesurada desde el
73. No sé si durante el Proceso eso se habrá frenado un poco, quizás sí por las
características de los gobiernos, pero luego eso, a partir del segundo gobierno
de Menem.... La teoría de Menem era que
en la Rioja el empleo público era un seguro de desempleo, que no habiendo
seguro de desempleo el empleo público venía a ser eso. Gobernar es dar trabajo
en la casa de gobierno. Y en ese convencimiento político ayudaba a familias
numerosas, ubicando a alguno en un puesto público. Esa era la política...
En diciembre de 1997 hacemos la segunda
entrevista con Ortíz Sosa, luego de haberle dado a leer – para revisar posibles
errores u omisiones – un borrador de nuestro marco contextual.
Informalmente, Ortíz Sosa reconoció dijo días antes del segundo
encuentro que el informe le había producido una primera reacción de molestia
cuando comenzó a leerlo, porque creyó notar un cierto “sarcasmo” de parte de
los autores – que no éramos de acá - sobre lo que eran o habían sido los
riojanos. Sin embargo, luego reconoció que habíamos logrado una “radiografía
muy aproximada” de La Rioja. El inicio de la conversación se perdió, por un
problema de registro. En este tramo de la entrevista también participa Roberto
von Sprecher.
OS: ... para que los pesebres se mantengan tienen que hacer concursos
y dar premios materiales, como ahora, cuando era una costumbre muy linda que no
necesitaba ser incentivada por premios ¿no? y así por el estilo. La chaya ha
dejado de ser chaya que se jugaba en las esquinas, en los barrios, entre las
familias, para convertirse en un festival que es un negocio. Es decir, todo
eso, todo todo... las viejas tradiciones de La Rioja se han ido perdiendo en la
actualidad para convertirse en negocio.
MR: Y hay una parte de la población para la que la chaya se ve como
vergonzante en buena medida, pero por ahí es la misma que adhiere, a partir de
determinadas escuelas privadas con contacto con EE.UU., a la noche de brujas...
Roberto: Me acuerdo de unos trabajos en Inglaterra que también
criticaban esto: la clase obrera empezaba a tomar modelos con la TV de EE.UU.
pero claro, después se veía que en relación a una Inglaterra muy tradicional,
digamos, para la clase obrera el modelo de EE.UU. era más democrático y daba
acceso a mejores condiciones de vida. Entonces por ahí, haciendo esta relación,
me pregunto bueno, en esto de la globalización de los medios ¿qué puede
encontrar la gente que justifique o nos ayude a entender por qué estos cambios,
que quizás alguna ventaja encuentren y quizás por ahí en esa sociedad
tradicional hubiera desigualdades o injusticias muy fuertes?
OS: Yo creo que el ansia de una vida mejor lleva a la gente a cambiar
y a querer tener lo que sociedades o núcleos más desarrollados están
ofreciendo. La gente que en La Rioja trabajaba en el servicio doméstico se fue
a Buenos Aires a trabajar en fábricas. Y dicen “yo trabajo en tal fábrica”. Ah,
qué bueno... no dicen que viven en una villa miseria, pero ese anhelo de ser
más y tener más lleva a cambiar a la gente, es natural. Y los riojanos queremos
ser como los porteños y los porteños quieren ser como los yanquis y los
yanquis... como tata Dios! (risas)
R: Pero por ahí me parece que el hecho de la tradición tenía sus cosas
duras, como que era una tradición que conservaba autoritarismo en la autoridad,
sojuzgamiento, que por ahí se reconvierten en otra cosa como esto de la
delación, o sea... capaz habría que pensar que en esta sociedad tradicional,
así como veíamos esto de la política, el empleo público ¿qué núcleos había de
problemas, de injusticia que por ahí capaz son los que dejan entrar esta otra
forma de vida o que interese esto otro?
OS: No sé, yo creo que el
cambio se ha ido dando de a poco ¿no? No hay una fecha, un límite de decir
bueno, de acá hasta allá. Por ejemplo mi abuela a mi abuelo lo trataba de Ortíz
y los hijos a ella de Ud. ¿no? Nosotros ya tuteábamos a nuestros padres, con
papá y mamá nos tuteábamos, pero siempre se mantenía, por ejemplo, había que
estar a la hora de almorzar o a la hora de cena. Si no se estaba a la hora de
cena no comíamos, directamente. No iban a andar prendiendo la cocina para...
Hoy la cosa no es así. Por eso digo, se ha ido dando así, a lo largo de...
R: ¿Se ha ido democratizando la vida familiar?
OS: Yo creo que la democratización va de la mano de una gran pérdida
de autoridad. Yo lo veo en el colegio, en el colegio. Yo manejaba el Colegio de
una manera. Quizás haya sido un poco autoritario, pero hemos pasado a la
democratización y es un desastre, un batifondo que... nadie es nada, los
profesores y los alumnos se tutean, le gritan “che, fulana” a la profesora; la
profesora tutea al curso, eso... yo creo que se ha democratizado para abajo ¿mm?
R: Ahora, si vamos para atrás ¿la autoridad no era predominantemente
autoritaria?
OS: Yo creo que hay autoridad y autoritarismo. Hoy a la autoridad se le llama autoritarismo y para
combatir el autoritarismo también se combate la autoridad. En aquella época
había autoridad ¿no?
R: El tema no es la justicia de la autoridad sino si por ahí no era como
que se abusaba de esa autoridad...
OS: Y, quizás, es fácil esto de abusar de la autoridad, pero...
R: Eso me parece que salta en la política...
OS: Claro, al abusar de la autoridad se convertía en autoritario.
MR: Eso no ha variado. Ahora hay una fachada de democracia en los
gobernantes pero son autoritarios también, presionan. No te van a pegar un
tiro, pero presionan...
OS: Eso en el ámbito político es cierto, es cierto, pero por ejemplo
en el ámbito familiar se ha perdido autoridad, los padres han perdido autoridad
¿no? Ya no pueden guiar a los hijos, ya los hijos hacen lo que se les canta y
si el chico... y casi casi me voy a atrever a decir que hoy los padres les
tienen miedo a los hijos, como los profesores les tienen miedo a los alumnos. Cuando
se habla de drogas y demás muchos padres que íntimamente no están
convencidos hasta justifican todo lo de
la droga para no tener que plantarse frente a los hijos, no vayan a creer que
es autoritario ¿no? Es decir, hay un renunciamiento y se ha perdido autoridad.
Y hace falta autoridad, bien entendida. El abuso es autoritarismo, pero....
R: Lo que a mí me parece es que cuando vemos las entrevistas de los 30
o 40, cuando Ud. dice de la autoridad, parece que en aquella época había un
cierto abuso no ya en lo político sino en lo familiar. Hablemos de la mujer.
Salvo en las familias de mejor situación económica era como un hijo más. O sea
por ahí el poder del marido de decidir por la vida de los otros, capaz es eso
de no dejar espacios. Tratamos de entender qué va pasando ahora, dónde se
producen fisuras de esta sociedad tradicional para que se resquebraje...
OS: Yo me acuerdo de algunos hechos. Por ejemplo, cuando yo me fui a
hacer cargo del Colegio Nacional en Orán tenía veintisiete años y la gente
hacía este comentario: “el rector siempre sale con la señora”. Y yo decía ¿y
con quién más quiere que salga? ¿no? Era extraño, porque lo común era que el
hombre tenga sus obligaciones por su lado y la mujer se quedara en casa o
charlara o... ¿no? no había cuestiones propias ¿no? y en La Rioja también eso
se notó. En La Rioja yo me acuerdo que ir a misa, por ejemplo, era cosa de
mujeres y si a los chicos los llevaban, los llevaban las madres, pero poco a
poco empezaron a aparecer padres, los padres en misa con los chicos, los padres
en la plaza con los chicos, los padres llevando el cochecito y mucha gente
“mirá éste...” Ahora ¿cuándo comenzó? Y bueno, eso comenzó después de la década
del 50, después. Yo me acuerdo porque me comentaban “mirá cuántos hombres
vienen a misa ahora” ¿no? Bueno, pero ¿por qué? ¿cuándo empezó? No sé, no sé
cuándo pero sé que ese fue un cambio que se notó. O la mujer avanzando sobre su
estado anterior o los hombres retrocediendo, renunciando un poco a su
machismo...
R: Claro, tal vez habría que ir bastante más profundo para reconstruirlo,
en lo cotidiano, lo diario...
OS: Graciela Grenón, hermana de la Norma, una profesora amiga de mis
hijas, hoy todavía no puede entender... Ella es profesora de la Universidad de
Méjico. ¡Las veces que todavía los profesores se reúnen en la confitería
tomando tequila y las mujeres en un segundo plano! Y a ella la miran allá como
buena argentina, como madre argentina, que pone las cosas en su lugar y “esta
gringa” le dicen ¿ve? Y eso es un poco lo que ha ido pasando acá, ese machismo
tan... característico, heredado de la colonia, de España ¿no? se notaba. Ahora,
yo creo que muchas de las cosas nuestras se explican recordando esa época. Si
hubieran sido los ingleses, los franceses los que nos han colonizado no habría dado
esta sociedad que tenemos ahora al colonizarse con...
R: Sí, sería interesante conversar de cómo vienen las costumbres de
los españoles acerca del aislamiento porque probablemente nos permitiría ver
cómo se va fisurando este aislamiento...
OS: El aislamiento acá mucho, en La Rioja, se da por razones
geográficas también. La Rioja está rodeada de desiertos ¿no? Está como metida
así en medio del cerro. La gente, para llegar a La Rioja, tiene que atravesar
el desierto, no hay salida a ningún lado. Por La Rioja no se pasa. Antes se
pasaba a Catamarca pero La Rioja es absolutamente marginal. La Rioja no es NOA,
La Rioja no es Cuyo, La Rioja no es Centro, ha quedado en una zona de nadie
¿eh? en una zona como después de la guerra, que deja un espacio para que no se
peleen, entonces ha quedado ahí
convertida en una cosa distinta y propia. Y fíjese que he observado una
cosa: varios concejales en Buenos Aires que los aprietan a los porteños y a los
porteños no les gusta ni medio ¿no? Ahora los riojanos se presentan en Buenos
Aires y toman... porque a Menem le conviene ¿no? toman todo: el presidente es riojano, el presidente de la
Suprema Corte es riojano, el embajador es riojano, los ministros son riojanos
¿no? y a los porteños no les gusta... y, por ejemplo, vos mirá el chiste de Nik...
R: A los de Capital Federal no les gusta...
OS: A los porteños... Siempre hablan de La Rioja, ridiculizan, ridiculizan
por ejemplo la pronunciación de la erre como si fuera una ye, es que no sabe
fonética... porque la erre fricativa no es eye ¿no? porque tiene su signo
propio en fonética, que no es la semiconsonante. Es decir, los porteños todavía
no nos perdonan ser federales...
R: Sería interesante también ahondar cómo se fue constituyendo otro
grupo riojano que puede tomar por asalto cien años después...
OS: Los riojanos han tomado por asalto la Capital Federal. Esta es una
de las cosas que hay que entender en Menem. Menem es justicialista. Sin ninguna
duda. Pero tiene todas las características del caudillo, todas las características
del caudillo. Y caudillo se nace y él nació caudillo. Si no, no se explica cómo
el hijo de un turco que vino con una mano atrás y otra adelante y que se
estableció con un negocio en Anillaco y acá en La Rioja haya sido lo que es
¿no? Los riojanos representan en Buenos Aires, y esto... cuando hablan de
Erman, que se fijó domicilio en Buenos Aires para ser diputado por la Capital
Federal, no le perdonan ser riojano. Eso explica muchas cosas. Lo que es La
Rioja ¿no? es un fenómeno que no se produce con ninguna otra persona de otro
lugar, que no se ha producido en otro lugar que no sea acá.
MR: Ricardo Mercado Luna habla del tema en los Coroneles de Mitre
OS: El tema de los coroneles de Mitre es muy interesante y yo creo que
sigue vigente, sigue vigente, tanto en la zona del puerto como el interior se
da a la manera en que se pudo dar a fines del siglo XIX. A mí más de una vez me
han echado en cara ser corresponsal de La Nación...
R: Acá se nota esa reserva más que en otras provincias...
OS: Además a mí mismo. Tengo 73 años, nací en La Rioja y a mí más de
una vez me han dicho “pero su familia no es riojana”. Y es cierto.
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